Sábado, 26 Noviembre 2011

Por los caminos del Valle de los Vinos

Invitada por las Secretarías de Turismo de Bento Gonçalves, Canela y Gramado, y por la organización del Festival de Turismo de Gramado, viajamos a conocer “un Brasil diferente”. Fui la única uruguaya en el “Fam Press”, representando al CIPETUR, Círculo de Periodistas de Turismo del Uruguay.


por Maria Shaw

Ya desde que salimos del aeropuerto de Porto Alegre, nos fuimos internando en las Sierras Gaúchas. Y entre viñedos, sierras y valles, el martes 15,  realizamos el primer paseo marcado en el programa, por Bento Gonçalves y sus alrededores (ver)


Los Caminos de Piedra

El miércoles 16 fue un día esplendoroso; con el grupo de colegas y operadores de España, Italia, Alemania, EE.UU, Costa Rica, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Paraguay y Argentina,  partimos para realizar el itinerario “Caminhos de Pedra”, el acervo arquitectónico de siete comunidades de Bento Gonçalves, declarado Patrimonio Histórico de Río Grande do Sul.

Entre las sierras están diseminadas antiguas casas de piedra, alguna de 1875 y de 1900, de los primeros inmigrantes italianos, que conservaron su cultura e historia y fueron restauradas a finales de los ’80. www.caminhosdepedra.org.br


La primera parada fue en la “Casa da Ovelha”, una casa de madera de 1917, que para  su conservación fue trasladada de lugar unos 100 metros. En esa zona se consumen derivados de las cabras, por eso lo relacionado con las ovejas y sus productos les llama la atención.

Gupo de periodistas y agentes de viaje en la Casa da Ovelha

Tienen un criadero de ovejas Roquefort, de poca lana y mucha leche; fabrican productos sin lactosa y sin glúten: quesos, yogures, dulces, salsas y cosméticos. Luego de la degustación de buenos quesos y del dulce de leche, realizaron una demostración del trabajo de un inteligente perro de la raza border collie y su manejo de la manada.



En una antiquísima casa de piedra, restaurada estupendamente, que aloja al típico restaurante colonial “Nona Ludia”, el grupo compartió un almuerzo con turistas de varias regiones de Brasil, de Italia y de Alemania. La zona recibe unos 200.000 visitantes por año, por turismo.

A todos (salvo a mi y a los argentinos), les llamó la atención un inmenso ombú, llamado “María Mola”.

El molino de la Casa de la Yerba Mate, ubicado en un entorno encantador, participamos en una demostración del proceso de la producción artesanal, con maquinaria histórica movida con la propulsión del molino de agua.

Treinta millones de personas en el mundo toman mate. Los periodistas no dudaron en probar...

 

Presidente-Editor del Grupo Excelencias, José Carlos de Santiago también probó el mate




Casa de la Yerba Mate, molino de agua

 

Los Caminos del Vino

En el Valle del Río das Antas conviven armoniosamente las plantas tropicales con los viñedos, en uno de los paisajes más lindos y exuberantes de la zona de Bento Gonçalves. Aquí se elaboran productos de alta calidad, como licores, cachaças, vinos, espumantes y jugos naturales.  

En el distrito de Tuiuty se construyeron las nuevas instalaciones de la Vinícola Salton, la bodega más antigua en actividad, fundada en 1910, y la más grande de Brasil, de 30.000 m2.

Una visita impactante: los 315 tanques de acero inoxidable hacen pensar en un centro espacial!! La capacidad total es de 25.2 millones de litros.

La inmensa cava de Bordalesas, puede alojar hasta 1800 barricas de roble francés, americano y croata.

La cava de piedra, a 8 metros de profundidad, guarda los grandes vinos: “Talento” y “Deseo”, mientras que en la de los espumantes, elaborados por el método Champenoise (tradicional), las botellas descansan en largas filas de pupitres.

El año pasado en Salton se procesaron 24 mil toneladas de uvas y se elaboraron 25 millones de litros de vino, espumosos y jugos.

Obvio decirlo el final de la visita incluyó degustación de un Sauvignon Blanc 2011, un Merlot y un espumoso brut (método Charmat).

El elegante edificio de la vinícola, inspirado en el arquitecto renacentista Andrea Palladio, tiene un reloj solar en su frontispicio, hecho con 600 mil piezas de mármoles, piedras semi preciosas, esmaltes y mosaicos de oro.

Ha sido reconocido por el estado de Río Grande do Sul como patrimonio cultural.  



Y de allí nos internamos en el “Vale dos Vinhedos”, el principal destino enoturístico de Brasil; con uno de los mayores productores de uvas viníferas del país, con los que elaboran vinos de gran calidad, siendo la primera región de Brasil que cuenta con certificado de Denominación de Origen.

El paisaje es impactante, de diferentes tonalidades (dicen que cada una de las cuatro estaciones tiene su encanto). Pero el Valle encanta también por la hospitalidad de sus residentes y por la calidad de los servicios y productos. Unas 30 vinícolas de distinto porte comparten el territorio, desde cantinas familiares y bodegas boutique, hasta grandes empresas que cuentan con alianzas estratégicas internacionales.

Visitamos la vinícola Casa Valduga, el primer complejo que se dedicó al ecoturismo en Brasil; la antigua bodega hoy es parte de una posada y restaurante, mientras que la elaboración de vinos de alta gama, se realiza en modernas instalaciones. Posee la cava más grande de América Latina, ya que puede guardar 6 millones de botellas de espumantes.

Probamos un “Duetto” de Pinot Noir y Shiraz 2011, y un Chardonnay 2011, para luego hacer un brindis con un estupendo espumoso “Casa Valduga 130” que ha obtenido Medalla de Oro en “Efervescentes del Mundo” 2009, en Francia..

Pero hay más, en ese valle encantado donde también está enclavado el Hotel & Spa do Vinho, donde estamos alojados. Por la noche, llegamos hasta el “Memorial do Vinho” y “Casa do Filó”, en el Hotel Villa Michelon, donde nos esperaba un personaje fuera de serie: Moisés Michelon.

Este veterano bodeguero nos dio una lección de historia, en un museo con piezas utilizadas en las cosechas y en el proceso de elaboración del vino, pertenecientes al período de la colonización; puso mucho amor en lo que armó, y lo transmitió con ese mismo cariño a los visitantes extranjeros.

Luego nos invitó a cenar al restaurante de su Hotel, que forma parte de un complejo eno turístico que comprende, además de lo ya mencionado, 57 habitaciones, centro de eventos, sala de juegos, sala fitness, piscina climatizada, lago, canchas de tenis y paddle, juegos para niños, parque infantil, mini hacienda, huerta ecológica, y senderos ecológicos.

Es una visita obligada!!!

Esta zona del sur de Brasil me dejó una muy grata impresión, es altamente recomendable para internarse entre las sierras, los valles y disfrutar de excelentes vinos, y de la calidez de los gaúchos de origen italiano.

 

L/D

 

www.cipetur.com