Lunes, 04 Marzo 2013

El 7 de marzo reabre el Hotel Carrasco como Sofitel Montevideo – 1ª parte

El jueves 7 de marzo de 2013 será una fecha memorable para la ciudad de Montevideo. Es la noche elegida para la reapertura del renovado Hotel Casino Carrasco, transformado en Sofitel Montevideo Casino Carrasco & Spa, en la privilegiada ubicación de la Rambla y la Av. Dr. Alfredo Arocena.


por María Shaw

En la ceremonia de apertura va a participar el Presidente de la República Oriental del Uruguay, José Mujica, autoridades nacionales, departamentales, referentes del sector turístico e invitados especiales de varios países. Llegarán a Montevideo personalidades de primera línea de los grupos accionistas y la cadena hotelera.



La empresa concesionaria Carrasco Nobile y los ejecutivos de Sofitel, han mantenido en estricta reserva los detalles de la fiesta inaugural. Se corren rumores de una transmisión en directo por Televisión Nacional.

Algo de historia
El renovado Sofitel Montevideo Casino Carrasco & Spa transportará a huéspedes y visitantes al glamour y la historia de comienzos del siglo XX. Fue un grupo de visionarios que en 1907 compró los terrenos sobre el mar, donde luego se desarrolló el barrio jardín. El 4 de febrero de 1921 se realizó la gran inauguración del suntuoso Hotel Casino Carrasco. Sus diseñadores fueron los arquitectos franceses Jaques Dunant y Gaston Louis Mallet, que contaron con la colaboración del ingeniero uruguayo Félix Elena.

Fue referente en Uruguay y la región, hasta que le llegó el tiempo de su declive. Tras varios años de inactividad y abandono, la empresa Carrasco Nobile, que junto a cadena hotelera Sofitel ganó el llamado a licitación de la Intendencia de Montevideo, ha transitando por muchos meses de un detallado trabajo de reciclaje y puesta a nuevo, recuperando y respetando los detalles del original.



“Se ha trabajado sobre un edificio que fue declarado Patrimonio Histórico Nacional, que tiene una significación muy importante para los uruguayos, una marca que fue rearmada para honrar la historia del ex Hotel Casino Carrasco, ser protagonista del presente y del futuro del país”, declaró Arcani. “La propuesta fue combinar el arte de vivir a la francesa con la cultura uruguaya, conjunción característica de la cadena Sofitel, la marca hotelera de mayor prestigio del grupo Accor, con presencia en 50 países”.

El alma de un gigante

Sofitel revivió el alma de un gigante que descansaba y lo convirtió en el hotel más lujoso de la ciudad. El arquitecto Adrián Ibarroule, director de IAG Arquitectos de Neuquén, Argentina, fue el responsable del proyecto de reconstrucción y de restaurar el edificio, junto a sus socios Oscar Aprea y Gustavo Granel. “El hotel es una joya de la arquitectura de Montevideo, un edificio que en sí es ecléctico, neoclásico”. Ibarroule definió: “La idea principal y rectora del proyecto fue recuperar la construcción, un tesoro del patrimonio histórico y cultural de Uruguay, tal y como fue concebido por nuestros colegas franceses en 1912. Para lograrlo tuvimos que recurrir a datos históricos, despojarlo de los elementos y volúmenes agregados en las sucesivas reformas y ampliaciones previas”. Y añadió: “Nuestro trabajo consistió en recuperar la calidad espacial, los materiales, las proporciones, y lograr que los ambientes volvieran a tener ese glamour que tuvieron en su época gloriosa. El alma del hotel sigue intacta, estuvo escondida, descansando y esperando que termináramos nuestro trabajo para aparecer en escena. Este lugar es un hito no solo en Uruguay, también en la región”.



En el trabajo de restauro se encontraron varios tesoros escondidos debajo de manos de pintura, barniz, yeso, revoques y falsas paredes. Más de 100 personas trabajaron exclusivamente en recuperar el interior y el exterior en la mayor superficie edilicia nunca antes restaurada en el Uruguay.

La concepción de la decoración del Sofitel Montevideo estuvo a cargo de la reconocida diseñadora de interiores francesa Sybille de Margerie, de SM Design, quien logró reinventar el pasado y traducir la herencia del lugar a lo contemporáneo. “Se tomó el sabor local de la ciudad para incorporarla al trabajo” resalta la decoradora “lo más importante es buscar el alma de un país y reflejarla en un proyecto”. El tango, el tacto del cuero, una paleta de colores donde el rojo del ceibo, el oro que sorprendentemente renació en las paredes, los tonos del Río de la Plata, y una perfecta conjunción de la cultura nacional y la francesa se respiran en todos los detalles.

La experta, que ha dejado su impronta en palacios en Marruecos, Holanda y Egipto para la cadena Sofitel, así como exclusivos casinos, barcos, hoteles y restaurantes en todos los continentes, explicó que la propuesta de interiorismo del hotel Sofitel “no apela solamente al lujo, el confort y la  tecnología, también sorprende y emociona”.

El arquitecto argentino Francisco López Bustos, director del estudio de interiores que lleva su nombre, con reconocida experiencia en decoración de hoteles en Argentina, fue el responsable de hacer realidad el concepto de interiorismo propuesto por de Margerie. “El hotel está integrado por tres sectores centrales: el “piano nobile”, las habitaciones y el spa”, explica. “En revestimientos, muebles, puertas y placares de habitaciones se usó nogal; en textiles y pinturas se usaron los colores ocres y los musgos. El mobiliario es de líneas modernas no convencionales. En los baños se disfrutan los mármoles beige, de procedencia alemana, y los revestimientos color chocolate, traídos especialmente de España. Las habitaciones y suites tienen un fuerte espíritu residencial.


El Sofitel Montevideo Casino Carrasco & Spa tiene 93 habitaciones y 23 suites de seis categorías, y sus superficies van desde los 35 hasta los 160 metros cuadrados. La vista puede ser hacia la playa Carrasco y el Río de la Plata o hacia la calle Carlos F. Sáez y Rostand, donde la Iglesia Stella Maris, los árboles y las cuidadas casas de la zona componen un cuadro que parece de otra época.



Las dos torres del edificio, repletas de misterio, se convirtieron en espacios privilegiados para huéspedes exquisitos, son “triples” con sala y comedor, habitación y baño, que se coronan en el último piso con una biblioteca. Impacta la suite Imperial, de 400 metros cuadrados, con habitación, salón, comedor, dos “dressing rooms”, y terraza de 200 m2. Una noche en esa suite cuesta entre USD 5.000 y USD 10.000, e incluye mayordomo; es el único hotel en Uruguay que ofrece ese servicio.

Continuará…



 

L/D