Miércoles, 22 Enero 2014

Narbona Wine Lodge ahora es Relais & Châteaux

Son pocos en América del Sur, y único en el Uruguay en materia de establecimientos hoteleros en haber recibido la distinción y pasar a formar el selecto grupo de lugares recomendados por la prestigiosa empresa francesa enfocada en turismo de lujo.

 

por Daniel Arraspide

Y es que un fuerte trabajo, aliado a una gran inversión de capitales y en recursos humanos como el encarado por Eduardo “Pacha” Cantón, no podía tardar en mostrar estos resultados. Visitar Narbona en Carmelo es vivir una experiencia inolvidable, disfrutable con todos los sentidos




Estuvimos sobre fines del mes de octubre y la enóloga Valeria Chiola nos dio la primicia, si bien también nos pidió que no lo anunciáramos hasta que la propia empresa que dirige Relais & Châteaux lo anunciara de forma oficial.

 

Al descender las escaleras en la flamante bodega y cava de Narbona observamos en un gran espejo el logotipo de la marca francesa.

No es poca cosa ser designado un lugar con el sello de garantía que supone una guía que es referencia a nivel mundial. Y ello es algo que se puede comprobar, vivir "en vivo" valga la redundancia, con simplemente hospedarse en una de las amplias habitaciones de Narbona Wine Lodge. En nuestro caso fue la llamada habitación Viognier la que supo darnos cobijo y confort, a los cuatro, contando que estábamos acompañados de los niños.

Una experiencia que se complementa de maravillas con los vinos elaborados in situ, y con los platos que salen de una cocina muy bien trabajada en la que se deja al descubierto la excelente selección de materias primas y la atinadísima puesta en plato (para llamarlo de una forma justa) que los cocineros de la casa saben aprovechar.





Pero la experiencia no está completa si no se recorre la vieja cava en donde las piezas de jamón crudo cuelgan del techo y en donde la casi mágica iluminación imprime una calidez casi única que no se ve muy a menudo.





Recorrer caminando, o desde uno de los carritos eléctricos, los viñedos de Viognier, Pinot Noir y Tannat que los agrónomos y la gente de campo cuida con recelo, es un placer que todos deberían experimentar.



Al caer la noche, un buen tinto como el Luz de Luna Tannat se impone y se puede armonizar de maravillas con un buen bife de carne vacuna y vegetales de la granja cocinados al horno, una delicia que reconforta el alma de todo aquel que durante el día aprovechó de las caminatas, contempló los paisajes de viña y olivos, o simplemente se dedicó a descansar en una de las cómodas y amplias habitaciones.





Un servicio cinco estrellas que se ve en todos los detalles, hasta en el desayuno que se sirve en el propio restaurantes donde panes recién horneados salen de la propia panadería del lugar, y los lácteos (tienen unos quesos que alucinan) se combinan con otras especialidades como la granola, los jamones, los omellets, y el infaltable café expresso italiano que siendo súper aromático inunda las narinas cual fragante perfume.




Piscina, sala de juegos, y amplias áreas de esparcimiento son algunos de los complementos que ayudan el hacer un todo de este lugar, al cual Relais & Châteaux lo define muy bien diciendo: “Una parada imprescindible en Uruguay, para todos los amantes del vino”





En fin, la experiencia merece ser vivida, pues en palabras es difícil llegar a ser justo y transmitir todas las sensaciones de las que se puede disfrutar en una visita a Narbona.




Mayor información en: www.narbona.com.uy

fotos: Andrea Fontes y Narbona

 

publicado en www.vinoybebidas.com

 

 

L/D

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