Entrevista de la memoria: Alberto Spencer, el jugador de fútbol, el diplomático, la persona

“Me siento totalmente identificado con el Uruguay. ¡Claro que sí! Ecuatoriano soy por nacimiento, por nacionalidad, por arraigo. Van a hacer 30 años que estoy aquí y he participado en la actividad pública y deportiva también”, expresó con voz pausada un cordial Alberto Spencer. Contaba con sonrisa amplia que la mantuvo casi todo el tiempo que duró aquel encuentro en el consulado de su país en Montevideo. Mi viejo también quedó satisfecho...
Los porqué de esta entrevista
Cuando en Instagram me enteré que se celebraba el Centenario del nacimiento de María Esther Gilio, ella quien había sido una de mis referentes en las primeras entrevistas que realicé y por tanto fui por cierto tiempo fans del género, además de lectora asidua de las suyas, sobre todo de las que publicaba en la revista First (Argentina). Nunca imaginé que al desaparecer aquel formato papel me había impregnado de su esencia, por tanto, celebrar su trabajo, ha logrado que volviera hacia mí una de las entrevistas más gustosas que recuerdo haber realizado hace ya tiempo, sin emularla porque es como cuando se leen buenos libros, te traspasa y escribes lo que uno siente en ese momento.
Concerté una entrevista con un deportista por ser personajes que brindan alegrías prolongadas a muchos, sobre todo a aquellos a los que luego les quedan registros en sus memorias y los relatan. Son las alegrías explosivas que provoca el fútbol de los fines de semana en Uruguay. En este caso, y sobre todo, apelé a la generación de peñarolenses de la década de 1960-1970 a quienes retrotraer esta imagen alcanzará para casi la mitad de los hinchas protagonistas de un país futbolero. Delantero imbatible, a lo largo de más de once temporadas, lo convirtieron en el “Spencer, el de los goles inmortales” para un club aurinegro al que le hizo ganar trofeos y títulos como los registrados en la prensa nacional y extranjera de entonces. Alegría que también mi padre disfrutaba y nos inculcó a nivel familiar después de las hazañas que sólo un jugador extraordinario podía conseguir al batallar en una cancha o fuera de ella, cuando demostraba a su hinchada y al público en general que también se podía ser un caballero.
Hoy para los más jóvenes ante la proximidad de un nuevo mundial de Fútbol y de un Suárez (Futbolista salteño, Luis Suárez, otro número 9 delantero que ha hecho una carrera extraordinaria en el extranjero, volvió por pocos meses según contrato a jugar en el Club Nacional; contrincante de Peñarol) de vuelta a nivel nacional, resulta más que oportuno recordar ciertas afirmaciones sobre el éxito, los sueños, el esfuerzo y los resultados que puede brindar el fútbol como profesión. Aunque para unos el futbolista lo es todo, para mí un deportista está conformado por partes que ayudan a definirlo más acabadamente porque es un ser humano real y comprometido con su tiempo de antes (el de su infancia) y de ahora (de éxito), o no lo es.
· El fútbol atrae a fanáticos de todo tipo
Mi padre era el típico fanático de Peñarol. Socio del club carbonero desde que llegó del interior a Montevideo, antes de la década del 1940, por tanto, no sólo iba los domingos al Centenario a ver al cuadro de sus amores, sino que además disfrutaba de aquella fiesta que se componía del estadio, jugadores, árbitros y su Spica (radio portátil) para sentir el partido desde la euforia que le transmitía el público presente y el relator; perooo, con la condición tremenda que la catarsis la hiciera con sus tres hijas menores de 6 años.
Seguro aquello resultaría una tortura, pero jamás se lo pregunté… Para mi madre, era su momento de licencia al quedarse sola con la recién nacida; y para nosotras “las susanitas” nada más aburrido que ir al estadio frío y bullicioso a sentarnos en algo tan duro como las gradas inhóspitas de cemento portland. El paseo de los domingos en aquel invierno representó, y hablaré por mí desde mi pequeñez, una tortura que sólo se olvidaba en el momento que alguno de los equipos hacía el gol porque el griterío de los hinchas era exultante, gente desaforada sí que había y nos transmitía tremenda alegría...
Al repasar archivos documentados sobre el entrevistado, y en específico uno de 2014 posterior a su fallecimiento (2006) encontré en la televisión de Ecuador un repaso de la trayectoria del jugador estrella en donde años antes se lo había consultado sobre “¿Cómo es el hincha de Peñarol?
“Es una cosa tremenda, gritan, cantan y alientan; a sus líderes los Idolatran quizás
en demasía. Yo me fui de Peñarol hace 20 años y cuando me descubren se arma un
coro a favor mío. En la calle también, me para cualquier chico ¡Es tremendo ese
Peñarol!”. (Ecuador, 8 de abril de 2014).
· Primeros pasos en el fútbol
Comenzó jugando en la cancha de tierra del Club Los Andes, en Ancón su pueblo natal, y uno de los principales puertos petroleros de Ecuador. Su padre, Walter Spencer de origen inglés y descendiente de jamaiquinos llegó a Ecuador junto a otros obreros británicos para trabajar en una de las compañías inglesas allí instaladas. Al tiempo, se casó con una ecuatoriana y tuvieron once hijos, Alberto Pedro Spencer Herrera nace el 6 de diciembre de 1937, era uno de los hijos menores de aquella numerosa familia.
Su hermano mayor Marcos, era conocido en el fútbol profesional y jugaba en el Club Panamá de Guayaquil, al llegar al Club Everest ayudó para que contraten a Alberto quien ya contaba con 14 años de edad.
Cabeza Mágica, Alberto Spencer en Uruguay (créditos El Gráfico)
Alberto, era ambidiestro y manejaba el juego aéreo de la pelota; por esta hazaña se había ganado en la prensa el apodo de 'Cabeza Mágica', jugó en este club hasta 1959. Logró un pase y un contrato fantástico con el Club Peñarol de Montevideo. Se pagó por el nobel jugador una suma voluminosa de trece mil dólares, para la época una cotización alta y para un país que no registraba trofeos ni títulos en fútbol, impensable. En los primeros meses del año 1960, llega a Uruguay a jugar de inmediato. El resultado deportivo en el país fue excelente y al hacer más goles con la cabeza que con los pies, la prensa nacional lo apoda 'Cabecita de Oro'. Pasaron once temporadas consecutivas de grandes éxitos para el mismo club y socios de Peñarol. En 1971, el club resuelve dejarlo libre y Spencer se despide de Uruguay para volver a su tierra de origen.
· Trayectoria de un delantero que “hacía goles inmortales”
En resumen, jugó en Peñarol seis (6) finales de Copa Libertadores y ganó tres (3) en 1960, 1961 y 1966 y en cada una de ellas marcó goles; obtuvo ocho (8) títulos en torneos nacionales y ganó dos (2) copas Intercontinentales. Es el mayor delantero de la historia de Copa Libertadores, con 54 tantos y el segundo máximo goleador de la Copa Intercontinental, con 6 goles. Registró 326 goles en el club Peñarol, en un total de 451 que anotó a lo largo de su carrera futbolística. En una entrevista que le realizara la televisión de su país le preguntan por qué no aceptaba la nacionalidad uruguaya y la respuesta fue simplemente afectiva (Periodista, Ma. Soledad Reyes, TV Ecuador. “Perfil”. 2003):
“No acepté la nacionalidad uruguaya mientras jugué en Peñarol”, era ofender al
país porque siempre estuvieron pendientes de mi deporte. También lo agradecí”.
Al dejarlo libre Peñarol, firma contrato ese mismo año para seguir con su profesión en el Club Barcelona de Guayaquil de Ecuador; después fue entrenador deportivo de diversos equipos, trabajó como técnico en clubes de su país, Chile, Uruguay y Paraguay hasta su retiro. El Estadio Modelo de Guayaquil lleva su nombre porque debutó en él al jugar en primera división en el Club Everest, lo hizo justo el día que se inauguraba el estadio y además porque su país natal le reconoció su trayectoria futbolística en el extranjero por enaltecer a todo Ecuador. En un compilado de entrevistas que le había realizado la revista de deportes argentina El Gráfico a Spencer – publicadas nuevamente el 13 de abril de 2020- lo definían como un jugador extraordinario, con logros comprobables (Osvaldo Ardizzone. Entrevista. El Gráfico. Argentina, 1966) que :
“Sustentaba su trabajo en la potencia física, en el gran salto para cabecear y en la
definición a la carrera…”. (…) “Con Peñarol fue campeón en Uruguay en los años
1959, 60, 61,62, 64, 65, 67 y 68 (…)”.
En el programa de Pelé para la TV brasilera, el archi-famoso jugador de fútbol de la misma época, le realiza una entrevista (TV Brasil. “Pelé”. Entrevista a Alberto Spencer. 2000) y le plantea “jugar como número 9 por 11 años es difícil de sostener, sin embargo tú lo lograste”. (…) y al solicitarle un mensaje para su país, responde:
“Estoy feliz que me tomen como referente. Yo soñaba con el estadio lleno por el triunfo y este
sueño se me hizo realidad en las finales de la Copa América; se alcanza con disciplina.
Tanto, como respuesta al apoyo que puede tener un niño en una escuela de Fútbol, con la
mejor intención y como ser humano lo más grande es ser mejor persona más que futbolista
porque yo un ecuatoriano nacido en un rinconcito de mi país, en este momento soy cónsul y
con perseverancia se llega”.
En 1982, había sufrido problemas de salud y lo operan del corazón. Tiempo después acepta el ofrecimiento del gobierno de Ecuador de trabajar en Montevideo y decide junto con su señora e hijos volver a instalarse en Uruguay al aceptar trabajar en la Embajada de su país. En 2006, en el mes de octubre luego de realizarse un control de salud debió viajar al exterior para hacerse un nuevo tratamiento, pero su corazón no resistió. Fallece el 3 de noviembre del 2006 en Cleveland (Ohio), Estados Unidos. Montevideo, se conmovió tanto pero tanto con su partida que la gente lloraba sin disimulo. Un periodista de su país que le tocó cubrir el velatorio en Uruguay, confesó
(TCtelevisión.com. Programa Archivos del Destino. Noviembre de 2006):
“Nunca me imaginé un velorio hablando de un Spencer que nos
orgullecía, en el que cada 5 minutos, la gente aplaudía sin parar…”.
* La entrevista
Había repasado el cuestionario a realizar, de todas maneras, no dejaba de intranquilizarme el hecho de concurrir por las respuestas a un consulado porque me encontraría en un ambiente impensado para un (ex) futbolista. Salí del ascensor e ingresé en el interior de aquel apartamento ubicado en el Centro de Montevideo. Me atendió una secretaria quien me invitó a pasar a una amplia sala. Al instante volvió para consultar de qué medio se trataba para comunicárselo al señor Spencer, se retiró con la respuesta. Mientras tanto, quise ver la decoración que me rodeaba ¿estilo? artesanal centroamericano, sin duda representaba a su país y vaya qué descubrimiento el mío… de inmediato me hizo pasar a otro ambiente en el que el entrevistado se hallaba sentado detrás de un escritorio. El ex jugador y cónsul Alberto Spencer, se irguió, me extendió su mano y raudo se excusó por haber preguntado sobre el medio al que respondía la entrevista y agregó que no sabía si se trataba de televisión, radio,… Mencioné a un periodista deportivo de la Radio… seguramente más reconocible en lo deportivo… El futuro entrevistado no se demoró en decir – tengo una idea, pero ¿cómo hizo para venir? Lo sentí amable pero a la vez directo ¿me estaba increpando con su sonrisa? Así que respondí lo que se hace para concertar una entrevista donde hay intermediarios para llegar al protagonista. El cónsul, en aquellos momentos previos no dejaba de analizarme, tomaba los lentes en sus manos, los volvía a dejar sobre el escritorio y reiteraba aquella operación una vez más, después de aquel análisis previo, se lo veía participar sonriente, poco a poco lo había convencido que aquella instancia valía la pena…
· A pesar de ser extranjero
¿Cuándo comienza a jugar fútbol?
Comencé a jugar en mi tierra natal en el colegio y luego en la Selección de mi pueblo que se llama Ancón (pueblo minero), está a 130 km de Guayaquil. No costó mucho salir de allí, pues tenía un hermano mayor que ya estaba jugando y me llevó con él a Primera División.
¿Cómo se relaciona con Peñarol?
Cuando Peñarol de aquí fue a jugar a Ecuador alguien me descubre y me lo propone (López, director técnico de Uruguay del Maracaná) Desde los 23 años jugué en Peñarol… al principio me costó mucho adaptarme.
¿En la cancha qué es lo que más buscaba en sus compañeros?
En todo deporte colectivo uno siempre busca la cooperación de todos. A pesar de ser extranjero, nunca sentí ninguna dureza conmigo, sea dentro como fuera de la cancha.
¿Ante un público que le silbaba reaccionaba?
Uno se acostumbra a pasar por este tipo de cosas (risas) ¡jamás sentí reprobación! y eso que jugué una cantidad de veces mal, pero si se daba, lo veía con cierta normalidad. Le expresé, me parece que en cierta forma el público lo veneraba por sus logros. -Debe ser algo de lo que usted dice.
¿Dentro del fútbol cuál es el hecho que recuerda con más cariño?
La transferencia a Peñarol me brindó la oportunidad de múltiples cosas (y enumeró algunas) hacer amigos, recorrer el mundo,… -Sabía de antemano que le había permitido comprar la casa a su madre; pero Spencer agregó, en Ecuador es distinto, a pesar que hay muchos aficionados, el nivel es más bajo.
¿Cuál es el hecho en el fútbol menos agradable que recuerda?
Tuve la oportunidad de jugar varias Copa América, pero así como fui perdí. Cuando tuvimos que jugar el Mundial contra Chile yo había puesto mucha esperanza en que pasaríamos por primera vez las eliminatorias, pero no pudimos y otra vez Ecuador quedó sin participar. Me dolió muchísimo…
¿Qué jugador era su referente y lo tenía presente en su fútbol?
Pelé, respondió seguro. Agregué ¡eran de la misma época! -¡Claro, es verdad!
· El mejor y el peor técnico
¿Cuál ha sido su mejor técnico?
Máspoli. El mejor y el peor… Y repregunté ¿Cómo es eso? –Nooo, lo que ocurre es que uno se pasa mucho tiempo preparándose, es un período que está más tiempo dedicado al fútbol que a la familia… (y salió del brete).
¿Y el mejor amigo que le reportó el fútbol?
Son varios, pero tengo mucho afecto por Gonçalvez, él me ayudó bastante cuando recién llegué.
Ha jugado por varios países ¿Cuál fue el más grato para usted?
Ohhh. Expresó alegre como viniéndole a la memoria unos cuantos, y respondió. -Recorrimos varias veces el mundo. Estuve en París, Londres, Moscú… pero cuando llegábamos a España, era como estar en casa. Casi todos sentíamos una tranquilidad increíble como que ya estábamos cerca, quizás sería cuestión de tener el mismo idioma. Pero después de todo yo siempre jugué en Peñarol, aclaró.
¿Se identifica con Uruguay?
Totalmente ¡Claro que sí! Ecuatoriano soy por nacimiento, por nacionalidad, por arraigo. Van a hacer 30 años que estoy aquí, he participado en la actividad pública y en la deportiva también.
¿La familia le acompañaba en su profesión o sufría sus idas y vueltas?
Claro, claro que sí (repetía nuevamente) la familia en realidad sufre mucho en esta profesión. Soy un agradecido a mi esposa, pues yo lo que alcanzaba era el dinero y ella se encargaba de todo. Mire usted con esto me está haciendo recordar que mañana, casualmente, cumplo ¡28 años de casados! (Gran sonrisa)
-Mientras realizaba la siguiente pregunta, asentía con la cabeza… Usted es ecuatoriano, su señora chilena y los hijos de ambos uruguayos ¿cuán difícil es integrar una familia con tantas nacionalidades o comparte el concepto que América Latina es una Patria Grande?
Si es verdad, no existen diferencias porque yo creo que los tres países tienen mucho que ver. Se habla bastante de la integración y en todo momento vemos que se realizan foros y congresos sobre el tema, pero en general es utilizada en sentido demagógico. En cuanto a Chile y Ecuador no complica para nada el no estar. Yo hace un año que no voy a Chile y sin embargo estamos al día en todo, gracias al desarrollo de las comunicaciones.
¿Hoy por hoy, se siente extranjero en su país?
No. Van a hacer 30 años que salí de allí como dije antes, pero es algo extraño lo que sucede con la gente ¡¡Cómo se acuerdan de uno!! El año anterior estuve en Quito, almorzamos con un amigo y al irme tomé un taxi hasta donde me hospedaba. Cuando llegamos a la dirección, el taxista no quería cobrarme porque me reconoció y me decía “era un placer para él”. Yo le insistí hasta el cansancio que no podía aceptar porque sabía que era costoso, pero de todas maneras no lo pude convencer y el hombre no me cobró, dijo aún compungido.
· Interesada en hacerle perder el puesto…
¿Qué puesto ocupa en el consulado?
Soy el cónsul (qué pregunta más obvia… ohm) y agregó con sencillez evitando la interrogante. Mire, yo me encargo de las visas, de todo el papeleo… Hasta sacó de uno de los cajones de su escritorio una de las libretas que forman un pasaporte. Mire, casualmente ahora estoy de lo más complicado con una chica ecuatoriana, pobrecita, murió en un accidente carretero cuando venía de Colonia y la familia está muy mal…
¿Comparte la definición política de izquierda, de centro, de derecha?
Con esta pregunta me compromete desde el punto de vista de mi función… De todas maneras, en nuestros países latinoamericanos actualmente se están imponiendo gobiernos de coalición y de unidad. En Ecuador por ejemplo tenemos hoy un gobierno de izquierda democrática que funciona gracias a la colaboración de todos, sino resultaría más difícil todavía.
· Desde el punto de vista personal
¿Qué aspiraciones como persona persigue?
Siempre fui ambicioso, pero no envidioso. Veía a un fulano que andaba en un Mercedes y yo me decía ¿y por qué yo no? Así es como todo lo que me propuse lo logré. Soy muy católico y muy creyente, tengo tres hijos, el mayor, la nena que ya está casada y el más chico que se llama Walter y a todos les he inculcado esta manera de ser; saben que se llega a lo que uno quiere sin majaderías, ni cosas raras.
En mi caso, cuando me aparté del fútbol viajé a Ecuador y querían que me quedara por allá, lo agradecí mucho pero no quería saber nada de irme de Uruguay; después, me ofrecieron un puesto en la Embajada y eso sí lo acepté. Primero entré como secretario, pero cuando viajé de nuevo a mi país yo me decía “que quería otra cosa” ¡y ahora me tiene aquí! Aquella expresión de éxito la acompañaba con la apertura de sus brazos largos y abiertos señalando el espacio y su logro, fue tan expresivo que reímos juntos.
¿Gran parte de su familia vive en Ecuador y sus hermanos también?
Todos viven por allá cierto, tengo diez hermanos y mantenemos una muy buena relación a pesar de la distancia. Yo soy el segundo de los más chicos y cuando me vine a Uruguay todos tenían sus vidas hechas al ser más grandes que yo.
¿Qué le gusta?
La música me gusta y de todo tipo. Como tengo tres hijos, no tengo remedio porque siempre está el grabador encendido a todo volumen. No leo mucho. Pero, en materia de otros deportes, mire, siempre me gustó el tenis ¡qué lindo es! afirmó encantado -pero… diría que no sólo por falta de tiempo sino por “tronco” no he podido aprender a jugar. Me compré todo el equipo: unas raquetas preciosas ¡de lo mejor! (aseguraba), pelotas, etc.… nada me faltó, nada. Tuve cuatro profesores pero no pudieron conmigo, hasta que al final me recomendaron ¡mejor me dedicara a otra cosa! (Risas y movimiento de cabeza como no creyendo la situación
¿Qué entiende por felicidad?
Siiii…, a pesar que es una palabra corta, encierra una cosa… (Se detuvo y después dijo resuelto) -primeramente, para ser feliz hay que proponérselo, no es sólo tener algo material. Sé que es lindo, pero tengo como una cosa que más valoro por lo lindo. Linda es la vida, soy operado del corazón… (Con tono apesadumbrado detuvo nuevamente el habla y agregó…) -Se siente más apego a la vida cuando uno pasa por éste tipo de situaciones... (Incómodo silencio)
¿Qué entiende por feo?
Hay muchísimas cosas tan feas de las que a veces tenemos que quedarnos callados. Fea es la miseria que existe en la humanidad de la cual se habla poco o nada. El Apardeith es algo horrible. Una vez fuimos a jugar a África y un muchacho de allá me fue a saludar. Lo invité a comer en el hotel donde nos hospedábamos con la delegación, pero él se negaba. Lo hice entrar conmigo y exigí que le sirvieran, también le di mucho impulso para que saliera adelante. ¡No puede ser, están en la tierra de ellos y resulta que no pueden acceder a un montón de cosas! Me prometió que lo estaba intentando, pero la verdad nunca más lo volví a ver, tampoco nos escribimos.
¿Qué le interesa o conmueve?
Toda la comunidad me interesa y mucho. Y entraríamos en la pregunta anterior para responder sobre lo que realmente me conmueve porque el maltrato con la implantación de estados deprimentes lo logra...
¿Con qué fin participa del cuadro de Las Estrellas?
Antes de responder, primero una gran sonrisa, y luego dijo. -¡Es una cosa divina y lo hago con cariño! Hasta pongo dinero de mi bolsillo, cuando lo hago, rezongo y me digo que nunca más, pero al poco tiempo me olvido de todo y cuando me proponen hacer un nuevo encuentro, lo organizo… Mientras lo hago, es como estar pendiente de todo, voy, vengo y me encanta. Es precioso realmente porque lo hacemos con fines benéficos para apoyar a los liceos, hospitales y a las instituciones que precisan una ayuda.
En ese instante suena el teléfono, toma la llamada, luego se acercó para decirme “un segundito que me llaman de Quito” con paso presuroso salió de la sala.
El impasse, me permitió pensar que estaba frente a un hombre cordial, público y sin pose. Ahora, sola en su escritorio me tomé la licencia de observar a mí alrededor para continuar conociendo los elementos que lo acompañaban: La sala, de forma rectangular tenía un gran ventanal detrás del Escritorio y en la pared opuesta otro de igual tamaño. Las puertas de ingreso, dobles y corredizas, se ubicaban próximas al escritorio, también había otra más pequeña al final de la habitación. Un teléfono sobre una mesa, una gran alfombra de color verde y en otra mesa pequeña reposaban varios trofeos…, un hogar, una biblioteca, cuando casi terminaba la recorrida visual, apareció Spencer y comentó a qué se debía la interrupción:
- … una llamada que debía responder, y agregó, los familiares relacionados con la chica del accidente que le mencioné. Están muy nerviosos, trato de ayudarlos en lo que está a mi alcance…
Acordamos que estaba en el final y retomé… Para terminar ¿qué le hubiera gustado que le pregunte?
Nadie me pregunta si me gustan los animales y por cierto me encantan los perros. En la casa que tenía en Carrasco, teníamos daneses, pero ahora vivo en Pocitos en un apartamento y sería imposible.
Confieso que cuando tuvo que retirarse, me tomé la licencia de observar aquella mesa con tantos trofeos ¿a qué responden?
-Ohhh!! Es algo muy lindo, son todos los que me regalan por eso que le contaba antes, del cuadro de Las Estrellas.
Dimos por terminada la entrevista. Me acompañó hasta la salida y nos despedimos. No sé en qué iba pensando porque cuando quise abrir la puerta que supuse era la salida, no abría, cómo para abrir… ¡era la puerta del ascensor! Spencer vino raudo a presionar el botón para llamarlo... Pero como demoraba, opté por bajar por la escalera para que el cónsul regresara a su escritorio. Cuando llegué a planta baja había un cartelito que decía “No funciona”, suele ocurrir...
Nota de R: Transitando segundo semestre del año 2022, el jugador ´Cabeza Mágica´ y cónsul de Ecuador en Montevideo ya no se encuentra entre nosotros, haré mías las palabras de su amigo personal y presidente del Club Barcelona de Guayaquil, economista Galo Roggiero “Ahora está jugando con los ángeles”. Seguramente.
Después de todo, el fútbol trata de ser un juego competitivo, de entretenimiento porque es un atractor y constructor de alegrías para las masas, o al menos así debería ser.---