Lunes, 09 Mayo 2022

Soriano para disfrutar todo el año

El muelle de Villa Soriano.

Lo urgente suele ser enemigo de lo bueno… así expresa un dicho popular. Y es lo que a veces me pasa con las notas para publicar. Hay una gran cantidad de información que tiene prioridad por lo inmediato, porque implica fechas de lanzamientos o de acontecimientos que se suceden unos a otros.

 

Por María Shaw

Es el caso de una visita a Soriano, que realicé hace un tiempo, invitada por la Dirección de Turismo de la Intendencia Departamental, junto a otra colega y una operadora turística. Soriano es una tierra por la que tengo un cariño especial, ya que allí pasé parte de una infancia feliz.  

 Cardona fue la primera parada. Es “el portal de Soriano”, la entrada al departamento si se viaja desde el sur, hermana siamesa de Florencio Sánchez, en el vecino departamento de Colonia. En “La Lata Vieja”, Cristina Bidegaray y Norma Flores nos recibieron con un rico café y bizcochos, para una reunión con los anfitriones, Ana Laura Ramírez, directora interina de turismo; Alejandro Canella y por Sergio Pérez, de la oficina municipal de Turismo de Cardona.  

 La Lata Vieja es un emblema de la ciudad de Cardona, una de las últimas sobrevivientes de posta y pulpería del país, que supo ser un punto inevitable para diligencias, comerciantes, correos y viajeros en general, desde 1860. Su estructura en herradura y aljibe al centro, típico conjunto edilicio de la campaña, alberga en la actualidad una de las sociedades criollas más activas del país, así como un interesante museo regional, que entre otros elementos, guarda un Pabellón Nacional manchado de la sangre del caudillo blanco Aparicio Saravia. (Informes: 099 533115 y 099 536303).

 Esa fue la sede de una reunión muy fermental, con los integrantes de la Mesa Local de Operadores Privados del sector turístico, tanto de Cardona como de Florencio Sánchez. Fuimos testigos del entusiasmo de los presentes, quienes nos informaron sobre sus emprendimientos y proyectos, los atractivos turísticos, la cantidad de servicios que hay en la zona, así como los eventos que se llevan a cabo durante todo el año, que concitan la atención no sólo de los locales, sino de la región. En un rico intercambio, surgieron propuestas de unir esfuerzos para trabajar en una agenda de eventos y difundirla con tiempo, a nivel local, departamental y nacional.

 Un paseo por la ciudad, por el Parque de la Hermandad, nos llevó hasta el Parque Eugenio Cazeaux, para un delicioso almuerzo en su parador. Fuimos a conocer la cervecería La Tertulia y pasamos a saludar a Estrellita Martínez, propietaria del emblemático hotel Elizondo.

 

Haciendo ruta por Soriano

De allí partimos hacia Santa Catalina, para visitar “Sobre Rieles”, en la vieja estación de ferrocarril, donde nos esperaban las señoras del grupo gestor que en 2014 resultó ganador del premio Pueblo Turístico otorgado por el MINTUR. Allí se montó un centro de visitantes, que ofrece desayunos, almuerzos y meriendas a grupos de visitantes. (Informes: 098014015). En la zona hay establecimientos rurales con historia, que reciben turistas, algunos con servicios de alojamiento, otros por el día.

 José Enrique Rodó nos recibió con una leve llovizna, que no impidió una parada en el Parque 33 Orientales, con su gran piscina, así como en el Memorial a doña Celestina Conde. El poblado nació a principios del siglo XX como Ernesto Drabble, y cambió a Rodó en 1924; la antigua estación de trenes mantiene su nombre original.

 Dolores nos esperaba con un glorioso atardecer, que pintaba de rosa y violeta el río San Salvador y recortaba los árboles sobre un cielo turquesa. Ese fue el marco de un “city tour” -a cargo de la guía y anfitriona local María Luisa Mendoza- por esa ciudad que es la segunda en importancia en el departamento. La plaza Constitución y su monumento a la Libertad, la iglesia Nuestra Señora de los Dolores, la Torre del Reloj, la plaza Artigas, la península Timoteo Ramospé, la zona de Espinillo, el puerto, el rosedal, el ex molino San Salvador, la rambla del Prado, el Parque de la Primavera, el Parque Lavalleja, son alguno de sus atractivos.

 Y porque la cultura también es parte del turismo, visitamos el atelier de Marisa Bernotti, una afamada y multifacética artista de fama internacional, que nos sumergió en un mundo de colores, relieves y sensaciones. Un encuentro con operadores privados de la Mesa de Turismo, en la Oficina de Turismo de Dolores, dio pie a las presentaciones de varios atractivos de la ciudad y su zona de influencia.

 Cansados pero contentos, compartimos una opípara cena en “Caramora”, y nos fuimos a dormir al lindísimo y remozado Hotel Dolores, satisfechos de haber participado en una jornada de trabajo con gente que está orgullosa de sus productos, los bienes y servicios que brinda la zona del corredor de la ruta 2 y la 105.

 

La Marcha del Grito de Asencio en Villa Soriano

El sábado tomamos la ruta 21 que nos iba a llevar de Dolores a Villa Soriano. Por el camino, nos encontramos con parte de la Marcha del Grito de Asencio, y ya en la Villa, bajo lluvia, disfrutamos del desfile de la caballería gaucha, que estuvo encabezada por el intendente Guillermo Besozzi. Una emoción grande ver estas demostraciones de civilidad y tradición, que le hacen bien a nuestra alma capitalina.

 La Villa Santo Domingo de Soriano -Patrimonio Histórico Nacional- tiene mucho encanto. Fue fundada en 1624, como una reducción indígena, en la Isla del Vizcaíno, en la confluencia del río Negro y del río Uruguay. Es el asentamiento español más antiguo en el territorio nacional, explica Perla Moreira, nuestra guía local, a quien recordaba de otras visitas.

 Nuestra primera parada es para tomar fotos del viejo Timbó, plantado en 1904, que caducó hace más de 10 años, pero su perfil sigue siendo uno de los íconos del lugar. Delante, un jardín de rosas. Me ha llamado la atención que en cada una de las localidades visitadas, las rosas son protagonistas en las plazas o delante de las letras corpóreas. Cada ciudad ha elegido un color de rosas que las identifica, las hay rojas, rosadas, coral, salmón, amarillas, blancas…

 En este paseo a la Villa, pude ingresar al Museo Regional Casa Marfetán, que fue creado en 1992, en una casona colonial de fines del siglo XVII, reconstruida en 1966 y refaccionada recientemente. La edificación en sí es una joya arquitectónica y guarda algunos secretos, como un histórico aljibe que según cuenta la leyenda, por el cual se ingresaba a un sistema de túneles que conducían a la Iglesia del pueblo, desembocando debajo de su altar. El museo tiene un variado acervo que abarca desde instrumentos y cerámica indígena, elementos gauchescos, piezas paleontológicas, documentos históricos originales y colecciones numismáticas.

 Otros atractivos de Villa Soriano son el museo Maeso, que aloja la mayor colección arqueológica del país, con75.000 piezas encontradas en la zona. La curiosa Casa de las Máscaras, obras con distintas expresiones de la autoría de Juan Bautista “Don Paco” Arteaga (1910-1999). Es relevante la vieja Capilla -la más antigua de Uruguay- construida en 1718, de paredes de ladrillos de más de un metro de espesor y una cúpula de azulejos; su campanario también es el más antiguo del país. En su interior alberga valiosas imágenes de la época colonial, entre las que destaca la imagen del Patrono de la Villa, Santo Domingo de Guzmán. Allí también se encuentra una de las tres imágenes de Cristo de madera con miembros articulados existentes en Latinoamérica. En una tradicional ceremonia, cada Viernes Santo es bajado de su cruz. Y hay un par de imágenes con cabello natural.

 El Muelle es sin duda una de las postales más icónicas de Uruguay. Fue construido a principios del siglo XX, como puerto carguero y de pasajeros. Fue reconstruido en dos oportunidades; hoy sólo quedan algunos parantes originales; el muelle está hecho a nuevo, con excelente iluminación. El puerto fue canalizado con el propósito de que las embarcaciones de turistas amarren sin inconvenientes. Desde allí se pueden apreciar hermosos atardeceres sobre el rio Negro.

Y allí en frente, se encuentra el ex hotel Olivera, una construcción del siglo XIX que se reconvirtió en la Estación Fluvial en 1913. Actualmente funciona un destacamento de Prefectura Naval y de Aduana, un centro de información turística y una cafetería. La Villa y sus alrededores cuentan con emprendimiento turísticos que ofrecen alojamiento y opciones gastronómicas.   

 Ya era hora de partir hacia Mercedes, para un encuentro en la oficina de turismo de la Manzana 20. Allí nos esperaban los funcionarios Alejandro, Ana, Ileana y Jessica, así como operadores turísticos locales, que presentaron sus emprendimientos: walking free tour, bici tour, excursiones de pesca, paseos por los Senderos del Hum y los tours y servicios de la agencia Soriano Viajes.

 Ya era hora de regresar a Montevideo, así que me despedí de Soriano, agradecida por todo lo compartido y aprendido. Porque es un “departamento fértil”, que de ser referente agropecuario, se ha transformado también en un destino turístico para disfrutar todo el año.

 

La Lata Vieja de Cardona

 

En La Lata Vieja: grupo de la DT de Soriano, periodistas y operadores invitados e integrantes de la Mesa de Turismo de Cardona

 

Sobre Rieles en Santa Catalina: Raquel Hernández, Valeria González, Cristina Alfonsín

 

José Enrique Rodó

 

Piscina del Parque Treinta y Tres Orientales

 

Río San Salvador

 

Atardecer en Dolores

 

La artista Marisa Bernotti en su atelier en Dolores

 

Jinetes en la ruta rumbo a Villa Soriano

 

Marcha del Grito de Asencio en Villa Soriano

 

El timbó, ícono de la Villa

 

Patio y aljibe de Museo Regional Casa Marfetán

 

Antigua capilla de Villa Soriano