Lunes, 30 Diciembre 2024

Los orígenes del turismo en Uruguay: Trenes, Vapores y visionarios para un país en movimiento

Al leer un interesante artículo publicado en Montevideo.com por Miguel Arregui, surgió una reflexión sobre el origen del turismo en Uruguay, una historia rica que combina avances tecnológicos, visiones innovadoras y transformaciones sociales. Esta reflexión se profundizó con el excelente libro publicado por la Asociación de Restaurantes y Hoteles de Uruguay, escrito por la Licenciada Elisa Fernández Delgado, que aporta valiosas perspectivas sobre los pioneros y el desarrollo de esta actividad en el país.

Uniendo los hilos de ambos relatos, emergen nombres como Francisco Piria, Nicolás Mihanovich, y Francisco Carrera, figuras que, junto con el desarrollo del ferrocarril y las reformas sociales lideradas por José Batlle y Ordóñez, jugaron un papel crucial en sentar las bases del turismo uruguayo. A través de sus visiones y proyectos, el turismo se consolidó como una actividad que no solo conectó a las personas con nuevos destinos, sino que también forjó parte de la identidad nacional.

Por Jacobo Malowany

El Turismo como refugio de las enfermedades y el estilo de vida de las clases altas

A fines del siglo XIX y principios del XX, Uruguay, como muchas partes del mundo, enfrentaba brotes de enfermedades como fiebre amarilla, tuberculosis y cólera. Estas condiciones impulsaron a las clases altas a buscar refugio en zonas alejadas de las urbes más densamente pobladas, particularmente durante los meses de verano, cuando el calor intensificaba los riesgos sanitarios en las ciudades.

La construcción de quintas de verano se convirtió en una práctica común entre las familias adineradas. Estas residencias, ubicadas en áreas rurales o costeras, no solo ofrecían aire fresco y tranquilidad, sino también un entorno considerado más seguro para la salud. Lugares como Piriápolis, Colonia y las afueras de Montevideo comenzaron a desarrollarse como destinos de escape, estableciendo las bases del turismo de descanso y bienestar que perdura hasta la actualidad.

Este contexto sanitario y social dio un impulso adicional al turismo, ya que las familias buscaban no solo entretenimiento, sino también preservar su bienestar físico. Más adelante, con la expansión del ferrocarril y las políticas inclusivas de Batlle, estas escapadas veraniegas se democratizaron, haciendo del turismo un fenómeno accesible para un sector más amplio de la población.

Desarrollo de la Red Ferroviaria para acercar a más personas a veranear

Construcción y expansión

La construcción de ferrocarriles en Uruguay comenzó en 1868, con la primera línea que conectaba Montevideo con Durazno. A pesar de los desafíos financieros, se logró la inauguración del primer tramo entre Bella Vista y Las Piedras en 1869.

Ley de Trazado General de Ferrocarriles (1884): Esta ley estableció un sistema radial donde todas las líneas convergían en Montevideo, reconociendo su importancia como ciudad-puerto. A lo largo de los años, se fueron inaugurando nuevas líneas hacia Atlántida, Maldonado, Punta del Este y otras localidades.

Crecimiento Rápido: Entre 1880 y 1890, la red ferroviaria creció significativamente, triplicando su longitud en solo cinco años. Sin embargo, este crecimiento se vio afectado por crisis económicas a finales de la década.

Compañías Ferroviarias

Central Uruguay Railway Company (C.U.R.): Fundada en 1878, esta compañía se convirtió en la más importante del país, operando una vasta red que incluía aproximadamente 1665 km de vías. Su control sobre el transporte ferroviario fue crucial para conectar Montevideo con el interior.

Midland Uruguay Railway: Esta segunda compañía más grande abrió su línea principal entre Paso de los Toros y Salto en 1890, contribuyendo al transporte de ganado y otros productos agrícolas.

El Rol del Ferrocarril en el Turismo

El Tren de los Ingleses: Un Pilar de conexión y oportunidad (1880-1907)

Entre 1880 y 1907, la red ferroviaria construida por compañías inglesas desempeñó un papel esencial en la integración territorial del Uruguay. Los trenes no solo transportaban bienes y recursos, sino también personas, conectando regiones antes aisladas. Para Francisco Piria, empresario y precursor del turismo en Uruguay, el ferrocarril fue una herramienta clave. Piria utilizaba los trenes para atraer visitantes a sus desarrollos turísticos en Piriápolis y, al mismo tiempo, promocionar la venta de parcelas en esta naciente localidad costera.

El tren, entonces, no solo era un medio de transporte, sino también un símbolo de modernidad y progreso. La accesibilidad a destinos como Piriápolis marcó un antes y un después en el turismo nacional, sentando las bases para un sector que años más tarde se consolidaría con políticas estatales.

José Batlle y Ordóñez y la nacionalización de los ferrocarriles

En 1907, durante su primer mandato como presidente, José Batlle y Ordóñez nacionalizó los ferrocarriles, una decisión estratégica que buscaba integrar al país y democratizar el acceso al transporte. Al pasar a ser propiedad estatal, el sistema ferroviario se transformó en un medio accesible y eficiente para la población, fomentando el movimiento hacia destinos turísticos como Montevideo, Colonia, Atlántida, La floresta y Piriápolis. Luego llegará A Punta del Este, en el lugar de la terminal de buses.

Esta medida no solo tuvo un impacto en el transporte de pasajeros, sino también en la economía y el turismo. El tren estatal permitió que más uruguayos pudieran viajar y disfrutar del tiempo libre, un aspecto que comenzaba a cobrar relevancia gracias a reformas como la Ley de las 8 Horas.

El tiempo libre y la Ley de las 8 Horas: Ocio y turismo

La Ley de las 8 Horas, implementada en 1915, revolucionó la dinámica laboral en Uruguay. Con jornadas laborales más cortas, los trabajadores tuvieron más tiempo disponible para el ocio. Este cambio estructural abrió las puertas a nuevas oportunidades de recreación y turismo interno, consolidando al Uruguay como un destino accesible para su propia población.

Además, el batllismo promovió una visión integral de desarrollo, donde la construcción de parques, plazas y espacios recreativos complementaba las iniciativas de infraestructura. Estos proyectos, junto con la separación de la Iglesia y el Estado, impulsaron eventos laicos como la Semana de Turismo, que se convirtió en un periodo emblemático para viajar y disfrutar del país. Un detalle importante, el 25 de diciembre es el día de las familias en Uruguay. No es Navidad como en otros países por esta razón.

Desarrollo de la navegación fluvial para el turismo desde Argentina

Entre 1880 y 1920, el desarrollo del transporte fluvial y ferroviario en Uruguay fue crucial para la integración territorial y el fomento del turismo, especialmente a través de iniciativas como las de Vapor de la Carrera y Minianovich en el río Uruguay y de la Plata. Estas empresas jugaron un papel fundamental en la conexión de Montevideo con el interior del país y otros destinos turísticos.

Vapor de la Carrera

El Vapor de la Carrera fue una de las primeras empresas de navegación fluvial, establecida por el empresario Francisco Carrera. A finales del siglo XIX, esta compañía se dedicó a ofrecer servicios de transporte de pasajeros y carga, facilitando la movilidad entre Montevideo y localidades ribereñas como Colonia, Paysandú y Fray Bentos.

Flota Inicial: La empresa comenzó sus operaciones con vapores como el Pingo, seguido por otros como el Saturno y el Júpiter, que formaron parte de una flota que se expandió rápidamente para satisfacer la creciente demanda de transporte.

Impacto en el Turismo: Estos vapores no solo transportaban mercancías, sino también turistas que buscaban explorar las regiones rurales y costeras, contribuyendo al desarrollo del turismo.

Nicolás Mihanovich (1846-1929)

Nicolás Mihanovich, empresario naviero de origen austrohúngaro, dejó su huella en el turismo uruguayo al desarrollar el Real de San Carlos en Colonia del Sacramento. A principios del siglo XX, construyó un complejo turístico que incluía la icónica plaza de toros, un hotel-casino, un frontón de pelota vasca y una usina eléctrica, demostrando una visión integral del ocio y el entretenimiento.

Aprovechando su flota de barcos, Mihanovich facilitó el acceso de turistas argentinos a Colonia, posicionando a esta ciudad como un destino turístico clave en el Río de la Plata. Aunque su proyecto en el Real de San Carlos no prosperó como esperaba, dejó un legado arquitectónico y cultural que aún define a Colonia del Sacramento como destino turístico.

Colonización e Inmigración

Durante este período, Uruguay experimentó un auge en la inmigración europea, especialmente italiana. Las colonias agrícolas se establecieron en diversas regiones, incluyendo Colonia, donde muchos inmigrantes compraron tierras para cultivarlas.

Colonia Valdense y Nueva Helvecia: Estas colonias se beneficiaron enormemente del acceso mejorado gracias al transporte fluvial. El desarrollo agrícola impulsado por estos inmigrantes contribuyó a la economía local y nacional.

La Floresta y Atlántida

En las primeras décadas del siglo XX, Atlántida comenzó a consolidarse como otro destino turístico, impulsado por la cercanía a Montevideo y la conexión ferroviaria. La inauguración reciente de la Plaza de los Fundadores recuerda el aporte de los primeros pobladores, quienes vieron en esta localidad una oportunidad para desarrollar un balneario que atrajera tanto a montevideanos como a turistas extranjeros. Algo similar sucedió en La Floresta por los mismos destinos y prominentes figuras de la alta sociedad del Río de la Plata.

Desarrollo Turístico

El acceso mejorado a través del vapor y los ferrocarriles fomentó no solo el comercio sino también el turismo. Las familias comenzaron a viajar desde Montevideo hacia las colonias para disfrutar de sus paisajes naturales y actividades recreativas.

Desarrollo Inmobiliario: La creación de balnearios y la oferta de terrenos para construir viviendas vacacionales fueron impulsadas por empresarios que vieron una oportunidad en el crecimiento del turismo interno.

El turismo en Uruguay nació de la confluencia de necesidades sociales, avances tecnológicos y visión empresarial. Las quintas en Santa Lucía,Colón, Carrasco, el desarrollo de la costa que llegaba el tren en Canelones, las iniciativas de Francisco Piria y Nicolás Mihanovich, muestran cómo diferentes enfoques convergieron para crear un sector que sigue siendo fundamental para la identidad uruguaya. A esto se suman las reformas de José Batlle y Ordóñez, que democratizaron el ocio y el acceso a nuevos destinos.

Hoy, el turismo uruguayo no solo celebra su historia, sino que también sigue evolucionando, inspirado por el legado de quienes vieron en el país un lugar de descanso, recreación y oportunidades.

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Fuentes:

Artículo de Miguel Arregui (Montevideo.com)

Fernández Delgado, Elisa. Historia del Turismo en Uruguay

Documentos históricos sobre Batlle y Ordóñez y el batllismo

Inauguración de la Plaza de los Fundadores, Atlántida (2024)