Miércoles, 01 Mayo 2013

Un recorrido por el departamento de Florida, a pura historia!

Invitados por la Intendencia de Florida, el viernes 26 de abril los periodistas de CIPETUR: Maria Shaw, Edgardo Martínez Zimarioff, Mariana Peralta y Jeanette Baccino, partimos bien tempranito rumbo al Departamento de Florida. Cabe destacar que esta invitación estuvo enmarcada en la excelente gestión que está desarrollando la Dirección General de Desarrollo Sustentable y Turismo, que ha  creado y resaltado el valor que detenta la infinidad y variada oferta turística que poseen.

por Maria Shaw y Jeanette Baccino

La Intendencia de Florida impulsa una nueva política de turismo, a través de la Dirección General de Desarrollo Sustentable, con su división Turismo. Esta Dirección con su “Programa de Gestión Integrada de Turismo, Patrimonio y Ambiente” realiza diferentes propuestas de cultura turística. El “Destino Florida” que tiene como objetivo principal el ser receptivo de un turismo “comunitario, social y de familia”, con circuitos sobre la historia, religión y la vida productiva de Florida. Todas estas actividades turísticas intentan por todos los medios que las conozcan los floridenses, orientales en general y llegar en lo posible a un potencial mercado turístico regional, a través de programas  con otros departamentos y en el marco de las “Rutas Tche” de la red de Mercociudades.

Los atractivos turísticos departamentales se han organizado en diversos circuitos: “Turismo Histórico - Religioso”, “Ruta de la Leche”, “Ruta de los Matreros”, “De las estancias por la zona de los Jesuitas”, “Rutas del Caballo en Sarandí Grande” y “De las Serranías hacia Cerro Chato”. Y esto es sólo un ejemplo de lo que están desarrollando, ya que se siguen sumando circuitos.

Con Brenda Sánchez como guía de la Intendencia, el Maestro Roberto Diringuer (un enamorado de la historia y un cantante espectacular) y Omar Ryner García, del área de Comunicación, salimos temprano de Montevideo, para emprender el recorrido de unos 400 kilómetros, que nos demandaría 12 horas del día viernes. 

Ruta de Estancias y Tambos por la zona de los Jesuitas

Por la Ruta Nº 6, nos adentramos en el departamento. Esta ruta es un encuentro del viajero con la historia el arte y la cultura de las Misiones Jesuitas; es una oportunidad de conocer el territorio de lo que fuera la inmensa estancia que el Cabildo de Montevideo entregara a los Jesuitas en 1745, (la Estancia La Calera, que llevó el nombre de “Nuestra Señora de los Desamparados”), donde desarrollaron la primera y mayor agroindustria de la zona. Expulsada la Compañía de Jesús en 1767, estos campos son comprados por Tomás García de Zúñiga, vinculado a las luchas de la independencia nacional. Y entre 1825 y 1830, parte de esa estancia pasa a manos de Juan Jackson, de quien descienden muchos de los actuales propietarios de las estancias, zona de gran dinámica productiva actual, vinculados a la lechería, ganadería y la agricultura. Destacan las instalaciones de varios tambos de neozelandeses, con formas productivas de última generación.

Capilla de San Gabriel

La primera parada es en San Gabriel, poblado en el empalme con la 56, donde atrae al visitante una pequeña capilla de estilo románico - donada por un benefactor local hace 3 años - con puertas que pertenecieran al Hotel Carrasco de Montevideo, hermosos frescos y un cuadro de “La Señora de todos los Pueblos”, venerada en la zona.

Continuamos por la Ruta 6, y apenas cruzando el arroyo Timote, en el Km. 158, se conservan las  ruinas de lo que fue una de las primeras agroindustrias con las que contó el país: una grasería de principios del siglo XIX, donde se fabricaban velas y jabones con la grasa del ganado, y que funcionó aproximadamente hasta 1870.

El hermoso vestigio sigue ahí presente con una magnifica construcción de piedra, en un entorno poblado de vegetación autóctona, entre añosos eucaliptos, coronillas, talas, molles y madreselvas.

Siguiendo por esta ruta llena de cultura e historia, se encuentra una de las estancias del complejo de establecimientos rurales que se formaron en el siglo XIX, cuyos campos eran parte de la Estancia de los Jesuitas.

 

La estancia “Santa Clara” - que sólo pudimos observar desde la ruta - es un majestuoso palacio de importancia patrimonial arquitectónica, de estilo francés, de la belle-époque de principios del siglo XX.

San Pedro de Timote
Sin duda la gran vedette de este camino de historia y estancias es “San Pedro de Timote”, sobre la Ruta 58. Originalmente formaba parte de “Nuestra Señora de los Desamparados”, perteneció a los jesuitas hasta 1767, cuando pasó a manos de Juan Francisco García de Zuñiga en 1777 y posteriormente a sus descendientes, quienes la venden en 1825 al inglés John Jackson.

Desde entonces las tierras pertenecieron a sus descendientes, siendo su más reconocido administrador el Dr. Alberto Gallinal Heber (tataranieto de Jackson), un hombre polifacético que se destacó en la actividad agropecuaria, política y filantrópica, principal propulsor de MEVIR (Movimiento de Erradicación de la Vivienda Insalubre Rural).

El casco de la estancia San Pedro de Timote

San Pedro de Timote fue orgullo para el país, ícono en la agropecuaria nacional, asombro y admiración de numerosos visitantes. El establecimiento contaba con escuela, herrería, talabartería, taller mecánico, carpintería, tambo y una hermosa capilla construida en 1925, donde se puede apreciar un fresco pintado por el artista Jorge Damiani; en ella se han casado, celebrado sus bautismos y otras fiestas los descendientes de  Gallinal.

El CIPETUR en San Pedro de Timote

A partir de 1997 se transforma en lo que es hoy, un hotel de campo y es declarado Monumento Histórico Nacional, lo que ha permitido preservar su arquitectura de singular encanto y ponerlo al alcance de los huéspedes y visitantes. Desde diciembre de 2012, un grupo económico uruguayo se ha hecho cargo de este establecimiento.

El casco es uno de los más hermosos del país, la casa principal sigue manteniendo su estilo señorial con grandes ventanales, mirador, galerías y patio con fuentes y bancos de azulejos españoles, árboles centenarios y un majestuoso portón de hierro.

En ese sector resaltan un reloj de sol, único en Uruguay. Las habitaciones son de espacios generosos, calefacción y estufas de leña (24 en total), baños “aggiornados” pero manteniendo el estilo de la época. Frontón, piscinas abiertas y piscina climatizada, sala de juegos, varias salas de estar, y una gran biblioteca histórica, (donde nuestro maestro y guía histórico Roberto Diringuer dijo pasar “devorándose los libros” varias horas al día, y damos fe de ello, pues sabe detalles increíbles de los hechos de su querida Florida).

El restaurante privilegia la cocina criolla y casera, los típicos platos de campo y obviamente los asados. En San Pedro se realizan eventos empresariales y sociales, y para ello disponen de buena infraestructura.

Además hay actividades como cabalgatas, paseos en zorra, visitas al tambo, pesca, y cuentan con canchas de fútbol y tenis. Un lugar muy  apropiado para la relajación y para disfrutar la vida al aire libre, que junto a una atención personalizada, hacen de San Pedro de Timote una opción inmejorable de turismo de campo.

El mediodía nos encuentra en la estación Cerro Colorado, pueblo Alejandro Gallinal, fundado por él sobre en la Ruta Nº  7.

Destaca el Complejo Arquitectónico del Carrillón, ubicado en la alta torre del Salón Comunal, conformado por un gran campanario de 23 campanas y un reloj.

Ya no se escuchan su música y sus campanadas, pero sigue siendo un referente de la zona. Del otro lado de la plazoleta, luce un elegante tanque de agua, que resguarda el anfiteatro, que debe su nombre al barítono Víctor Damiani, quien fallece en el lugar en 1962, luego de interpretar un aria, en el momento en que suenan los aplausos...

El Carrillón de Cerro Colorado

En la zona de Mendoza Chico se encuentra el casco de lo que fuera la inmensa estancia “Nuestra Señora de los Desamparados”, comúnmente llamada La Calera, que por sus instalaciones y enceres es fiel testimonio de la vida de los jesuitas. En la actualidad es administrada por La Compañía de Jesús, quien la está reciclando, para disfrute de la comunidad y como centro de retiros espirituales. Por ahora no está abierta a visitas.

Ruta de los Caudillos, Matreros y el Tren

Este circuito transcurre entre villas y pueblos que se fueron fundando a orillas de la vía férrea que fue inaugurada en 1891-1892, siendo actualmente su eje la Ruta Nacional Nº 7 Gral. Aparicio Saravia.

Todavía hay vestigios jesuíticos en la Estancia Reboledo, con su casco del siglo XVIII, en el que desataca el clásico mirador. Fue un antiguo puesto jesuítico desde 1825, por su estratégica posición en la zona, y lugar donde se conservan aún construcciones de aquella época. La estancia también destaca por haber sido reunión de encuentro del caudillo blanco Aparicio Saravia con las fuerzas del Gobierno, previo al “Pacto de La Cruz” de la paz de septiembre de 1897. Pero lamentablemente, por falta de tiempo, no pudimos visitarlo. Será para la próxima…

Era tiempo de hacer una parada y aprontar nuestras reservas para todo lo que aún nos faltaba por recorrer. Laura García, propietaria del Restaurante y Parrillada “Paquarry” de Casupá, nos esperaba con unos exquisitos canelones de carne, verdura y choclo, en un almuerzo tardío que compartimos con nuestro anfitrión, el Mtro. Gervasio Martínez, Director de Turismo de Florida.

Casupá - que es la tierra de los Artigas - fue paraje transitorio de indios minuanes y de indios misioneros guaraníes, que dejaron un legado muy importante a este pueblo. Se dice que su nombre, es por el de un cacique y que en guaraní significa “selva grande”. Casupá actualmente es uno de los Municipios del departamento, y sus principales eventos son el “Festival Folclórico” en marzo, “Casupa le canta al Prócer”, en junio, los “Raides Hípicos” y la “Marcha de los Artigas”.

El CIPETUR y los anfitriones en la tierra de los Artigas. Parados: Omar Ryner García y Roberto Diringuer. Sentados: Edgardo Martínez Zimarioff, María Shaw, Jenette Baccino, Brenda Sánchez, Mariana Peralta y el Director de Turismo de Florida, Mtro. Gervasio Martínez

Por la Ruta 40 hacia Minas, nos adentramos en el Parque de las Mangueras de Artigas, patrimonio  histórico nacional. Según la historia, este es el lugar de la estancia de los padres de José Gervasio, de donde salió Manuel Francisco para ir a recuperar el este del país para la Revolución Oriental de 1811. Es el lugar donde se juntaron los pobladores del lugar para ir al Éxodo del Pueblo Oriental; también desde aquí partieron con Joaquín Artigas otro grupo de patriotas que posteriormente desembarcarían en la Playa de la Agraciada. Unas enormes mangueras de piedra, rodeadas de árboles nativos, dan cuenta de la existencia de ganado en el lugar.

La zona tiene fuertes tradiciones nativistas, donde se destaca la Sociedad Criolla Manuel Francisco Artigas, de gran empuje social. Es lugar de peregrinación con caballería gaucha todos los años en el mes de septiembre, que recuerda la “Marcha del Parque de las Mangueras de Artigas hasta el Paso de la Arena”, en la zona de la Macana, en Florida.

Continuamos el recorrido por la Ruta 7, para llegar a Fray Marcos, pueblo grande y dinámico, fundado en 1888 como estación Latorre. Luego de un tristemente famoso tornado en 1970, hoy se enorgullecen de no tener desocupación y de que la población ha venido aumentando en los últimos años. Hay fábricas de tops de lanas (con un molino eólico de 100 mts. de altura, que la alimenta), avícolas, criaderos de cerdos, grandes plantaciones de morrones y tomates, la fábrica de los famosos caramelos Zabala y un polo agroindustrial con grandes silos. Uno de los símbolos de la ciudad es el antiguo molino de ladrillo, de 3 pisos, que fue construido en 1913, que fuera sede de Fideerías del Este.

El CIPETUR en las ruinas de la grasería

Fray Marcos es parte de la leyenda de Martín Aquino, “el último matrero”, hombre que con sus andanzas y habilidad con el facón ocupó las primeras planas de la prensa de principios el siglo XX y aún luego de su muerte, se mantiene vivo en el imaginario colectivo de la campaña oriental y en páginas de la literatura uruguaya. Recorremos los lugares donde nació la leyenda, así como el cementerio donde descansan sus restos, así como los de otro ícono de la zona, el cantautor Néstor Feria, amigo de Carlos Gardel.

Antiguo molino de Fray Marcos

Más historia: en la zona, se libró la Batalla de Fray Marcos, con la victoria de Aparicio Saravia sobre las tropas gubernativas, en 1904. 

Tomamos la Ruta 94, y al caer la tarde, arribamos a Estación Chamizo, nombre que significa leño o yuyo quemado en lengua guaraní. Es un pueblo de manzanas rectangulares, con una prolija Plaza Publica donde destaca la remodelada Capilla de Santa Teresita, que es la patrona del lugar.

En esta hermosa capilla fuimos recibidos por Francisco el cura párroco, un joven alemán, que junto a su hermana Priscila, monjita ella, y a otra aspirante brasileña, nos dieron un cálido recibimiento. En este lugar tuvimos el privilegio de que el Maestro Roberto Diringuer nos cantara el Ave Maria “a capella”, llenando de emoción y admiración nuestros corazones.

Cada pueblo conserva su estación de tren, sus edificaciones, sus campanas, aleros, bancos, vías y andenes, que retrotraen al visitante a la época de esplendor del tren, como único medio de transporte para los lugareños, la descentralización, y la economía de la zona y todo el país.

En cada uno, vivenciamos la paz pueblerina, sus costumbres, calles, plazas, monumentos, capillas y emprendimientos productivos que dan trabajo y pujanza a sus comunidades de cara al futuro.

Ya había anochecido cuando pusimos proa hacia la capital, la ciudad de Florida, donde nos alojamos en las Cabañas Municipales del Parque Robaina, recientemente inauguradas.

La jornada finalizó con una cena en la “Churrasquería de Pajarito”, conocido por sus ricos asados y la típica pamplona de ternera, y ubicado a metros de la Catedral, sobre la calle Ituzaingó. La incansable y siempre dispuesta Brenda Sánchez nos acompañó.

Luego nos fuimos a descansar, ya que el sábado 27 nos esperaba otro día de trajín.

Mariana Peralta en las cabañas del Parque Robaina

 

L/D

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